Vuelve CONDENADAS

Una obra escrita y dirigida por Alberto Hernández Pradillo


 FUNCIÓN/

Miércoles 19 agosto   22:00h.

LUGAR/
La Faena. C/ Las aleguillas 1, Piedralaves

INFO Y RESERVAS/
lafaena.ac@gmail.com
619 032 514


Cuota 6€ / Socios 5€




SINÓPSIS

Una cárcel para mujeres, en la actualidad. Un ama de casa ludópata (la Maru), una empresaria corrupta (la Espe), una yonqui atracadora (la Amparo) y una prostituta travesti (la Vero) conviven rutinariamente en el centro penitenciario cuando ingresa una nueva reclusa, "la Abuela", cuya presencia alterará por completo la vida de las demás.

Cinco mujeres corrientes reunidas en torno a un secreto y vigiladas por un director sin escrúpulos, un celador perverso y un oscuro sacerdote. Cinco mujeres molientes llenas de amor y de ternura, de odio y de brutalidad. Cinco mujeres luchando a cara descubierta por la amistad como única vía posible para ir más allá de los altos muros que simbolizan la tragedia de vivir sin libertad; la tragedia de tener que vivir cumpliendo diaria condena. 



Condenadas no es sólo una obra de teatro, es algo más. Es una invitación al esfuerzo y a la constancia, al trabajo bien hecho, a la solidaridad y al apoyo mutuo, a la satisfacción del deseo personal mediante la repetición de conductas, algo que nos da coherencia y seguridad; y mediante lo contario, la idea de lo nuevo, que nos dota de libertad e imaginación y nos conduce a lo inesperado, a lo desconocido, al riesgo. Sí, arriesgar es también otra de las apuestas de Condenadas y lo es en la medida de no conformarse con lo que surge a primera vista. Están las ideas debatidas, las consensuadas, las sobrevenidas en el mismo momento del ensayo, están las formas y maneras, en definitiva están unas personas que creen saber lo que hacen porque creen en lo que hacen; que buscan algo muy personal como es expresarse a sí mismas; es decir como son, a través del teatro.

En tanto que obra escénica, Condenadas tuvo su origen en otra anterior: Lorca, un espectáculo de teatro, poesía, música y danza, donde ya surgieron los criterios y forma de trabajar antes expuestos, así que el camino y las bicicletas para andar ya estaban en nuestras mochilas. Mientras Lorca se extiende en el espacio de 1 hora, Condenadas lo hace en 2; ello se traduce en mucho más texto, más estudio, más ratos de soledad en casa estudiando, muchos más ensayos y muchos más nervios. Condenadas es una búsqueda de libertad ante una situación obligada que es irreversible y ociosa, sus personajes se buscan, se odian, se aman, se relacionan, se interesan por lo personal y lo ajeno, por la ilusión, por el hoy y el mañana, por la integridad en ser como son, por ocultar lo imposible. En definitiva, Condenadas es la imperiosa necesidad de relación humana ante una soledad que no han elegido, una situación que las va transformando a medida que discurre el discurso teatral.

Con 27 escenas sin solución de continuidad, en Condenadas aparecen ellas, las 5 Condenadas: Amparo (Ana), Esperanza (Sira), La Abuela (Anita), Maruja (Inmaculada), Vero (Raquel); él; el director de prisión y el funcionario (Alberto Hernández Pradillo, autor y director de la obra); el del más allá, el cura D. Anselmo y el comisario (Justo), y algún otro personaje simulado. Además tenemos el inmenso gusto de contar con la grata, e imprescindible, colaboración de Mikel (en luz y sonido); Alejandro (en comunicación) y Leo (nuestro buen artesano). Todos en un accionar vivo y sugerente que, a pesar de su duración, capta de forma permanente la atenta mirada y el oído del espectador. Seguimos.

Un cordial saludo, Justo.
(Justo López Martínez)